La importancia del juego limpio en el deporte ha supuesto una nueva filosofía de comportamiento donde respetar los códigos no escritos de la ética y la moral se trasladan al ámbito de la competición.

Tratar al contrario dentro de las normas que reglamenta el deporte no es suficiente, buscar acciones de respeto y ayuda al contrincante establece un nuevo valor y mejora sin ninguna duda la práctica y el espectáculo deportivo.

El interés por la práctica del juego limpio

Es cada vez mayor, proteger la esencia del espíritu deportivo supone una barrera censurable ante acciones de brutalidad o poco respetuosas. Hacer ver a los niños que competir para ganar es el único fin de la competición es enseñarle el que “todo vale” por ser el primero, ese mensaje lo trasladaran en el futuro a su vida personal y profesional de forma negativa y creará el desgraciado precepto de que “el fin justifica los medios”. El todo vale esta en las antípodas del fair play, que tiempos en donde el ciclismo era un espejo donde mirarse.

Que importante es inculcar desde niños estos valores, la profesionalización en los deportes y muy especialmente en el fútbol, creen les justifica realizar acciones violentas con tal de destacar como jugador.

Marcar como referentes el competir origina las dos alternativas, poder ganar y poder perder, pero conseguir esta opción de ganador no significa el todo vale, perder no supone ninguna degradación y saber ganar respetando al adversario, sin burlas ni humillaciones, es la mejor muestra de que tu personalidad y carácter están debidamente asentados.
Jugar siempre es divertido, va vinculado a la satisfacción de ejercer una actividad vocacionalmente elegida y la trayectoria de futuro en esa práctica marca el perfil de la gente de bien.

Escuela Deporte y Crecimiento Personal (DCP)

De los autores: Guillermo Calvo y David García.

El deporte es mucho más que una actividad física: es equilibrio con el entorno, es inteligencia para analizarlo, es crecimiento.
Y en un mundo en el que el deporte tiene cada vez más importancia y mueve más dinero, tendemos a olvidar que los que más lo practican son los niños y los jóvenes. La práctica deportiva aporta beneficios físicos, claro, pero además ayuda enormemente en el desarrollo emocional y contribuye a la adquisición de valores fundamentales para cualquier persona.
Como en tantos otros aspectos de la vida infantil y juvenil, los padres y madres son fundamentales a la hora de ayudar a sacar el máximo beneficio de la práctica deportiva. Junto a ellos, los entrenadores, el club y los compañeros forman el entorno que, en óptimas condiciones, promueve el adecuado desarrollo personal de los jóvenes.